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domingo, 11 de octubre de 2015

El pañuelo, la gran polémica de un trozo de tela

Desde niña admiraba las fiestas de moros y cristianos, sus trajes, su ambiente, la decoración. 
Aladin y la princesa Yasmin, aquellos dibujos me hacían soñar y viajar hasta las mil y una noches.
Pero cuando en mi día a día comencé a ver mujeres musulmanas de verdad, cubiertas de la cabeza a los pies hiciese frío o calor, con esos velos que tanto misterio daban, necesitaba saber el porqué, qué significaba eso para ellas.
Al principio, no veía ninguna obligación de usarlo.
5 pilares, 5 obligaciones de los musulmanes: fe, rezo, ayuno, caridad y peregrinación
¿Dónde ponía que había que llevar velo?
Pensé que era más bien algo cultural, típico de su país, pero me encantaba.
Cuando mis padres y familia más cercana se enteraron de mi interés por el islam y de que había empezado a practicarlo, y cuando mis amigas se enteraban, la primera pregunta era siempre esa: "¿y te vas a poner un pañuelo de esos?"
Evidentemente mi respuesta era "No"
¿Para qué me iba a poner yo eso si yo soy española?
Pero con el tiempo y el estudio, al leer el Coran, al aprender más de mi religión, entendí que el islam no sólo son 5 pilares, sino que es algo mucho más amplio, una forma de vida.
En el Coran deja bien claro que las mujeres deben cubrirse con la finalidad de que se las respete, que no sean vistas como objeto sexual, que no se aprovechen de ellas.
Pero está claro que todo cambio necesita un proceso de tiempo, de aprendizaje y de adaptación.
No podía de la noche a la mañana cambiar mi vida entera porque ni siquiera yo tenía el sentimiento de hacerlo.
Poco a poco empecé a usar ropa más larga, que disimulara más ciertas partes.
Pasé del pantalón corto en verano a largo todo el año.
Pasé de la manga corta a media manga, y más tarde a manga larga.
Pasé a los vestidos y faldas largas.
Empecé a cubrir mi pelo, a usar aquel pañuelo que tanto admiraba, pero no fue algo fácil.
Desde que empecé a practicar el islam por el año 2002 más o menos, no fue hasta 2009 cuando empecé a usar velo.
Tampoco fue ponérmelo un día y seguir así, si no que al principio me lo ponía sólo a veces; luego me lo ponía normalmente menos para ir a clase o para visitar a mi familia.
Y poco a poco llegó un día en el que enfrenté cualquier situación y empecé a llevarlo siempre, ante mi familia y a cualquier parte que vaya.
Porque sé que es mi obligación como mujer musulmana, porque es mi deseo, porque me gusta, y porque poco a poco he aprendido cuál es su significado, la necesidad de usarlo y el valor que tiene ante los ojos de Dios, que es lo que realmente me importa.
Ese pañuelo, un pequeño trozo de tela, crea demasiada polémica sin motivo alguno.
¿Es en el Coran sólo donde pone que hay que llevarlo, o también lo pone en los otros libros revelados -la Tora y el Evangelio-?
¿Sólo las musulmanas nos cubrimos o también lo hacen, por ejemplo, las monjas?
¿Es algo nuevo inventado por los musulmanes, o más bien es algo que se ha hecho siempre pero poco a poco se ha perdido?
Dicen que usar velo, pañuelo, ir tapada o como queramos llamarlo, cierra muchas puertas y da muchas dificultades.
Y yo no lo niego, porque no puedes trabajar en muchos sitios vistiendo así, porque la gente te juzga, porque muchos se alejan de ti...
Pero realmente ese velo, esa forma de vestir que no implica sólo taparse el pelo, es una forma de obedecer a Dios, y si realmente somos creyentes y confiamos en Dios, tenemos que estar seguras de que si Dios nos cierra una puerta por obedecerle, siempre nos abrirá una ventana como recompensa por nuestro valor.
Quizás no podamos trabajar en tal cosa, pero seguro que Dios nos tiene preparado algo mejor.
Quizás perdamos a mucha gente, pero seguro que era gente que no merece la pena y encontraremos gente mejor.
A día de hoy, y desde hace tiempo, me siento orgullosa de mi misma por haber cumplido con mi obligación y por haber sabido enfrentar todas las situaciones.
Soy feliz vistiendo así, soy feliz siendo musulmana

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